domingo, 12 de abril de 2009

Doña Marcia


Tiene 84, ya era grande cuando mi tía era chica y le preguntó si venía de Marte. Como ven no es que sea verde, pero se llama Marciana, de cariño le decimos Marcia.
Hace tanto que vive acá que si pasásemos su vida en cámara súper rápida podríamos ver cómo le crece un barrio alrededor. Tiene hijas, yernos, nietos, bisnietos, un tataranieto, amigas, amigos y vecinos. Todo un ejército a su disposición que toma mate, charla, llama por teléfono, compra pan o lo que sea que ella necesite.
Tengo 29 años y, como diría mi padre, hace rato tengo pelos en la barba (bueno el lo dice con otros pelos), pero cada año sé con absoluta certeza que para pascuas tengo un chocolatín o un huevito, para navidad $5 y para el día del niño caramelos. Lo único que tengo que hacer es quererla, pero eso es fácil.

Ahora no hagan ruido, que está haciendo sobremesa...

3 comentarios:

Nan dijo...

preciosa ella... y precioso saber que con quererla alcanza

Flor de loto dijo...

Ya estoy tan desacostumbrada a personajes así que me asombra que todavía existan.... excelente, Gabriel...

gabrich dijo...

todavía existen... algunos son más jovenes y aprenden a hablar en guaraní para invitar a jugar a sus alumnas. ojo al piojo...