sábado, 28 de noviembre de 2009

nunca


Nos estabamos besando apasionadamente, me separé para mirarla a los ojos; tomé su cara entre mis manos y con mi frente rozando su frente pregunté:
-¿Por qué sos tan hermosa?
- Para no irme nunca más...

... Desperté temblando y no volví a soñar.