No conozco el verdadero sabor del hambre.
Supongo que alguna vez he de comer mis propios huesos.
Me arden los ojos... hace mucho que no los cierro, porque la última vez apareciste vos.
Nadie sabe lo que pasa por mi mente... pienso mil palabras, digo cien, escribo diez y por cada una de las diez quiero gritar otras mil... más o menos.
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