No estaba caminando por la calle mayor, no sé si iba a su casa a escribir esos versos de un tiempo que mi abuelo vivió. Y menos todavía podría saber si viene del balcón de su amada.
Pero es menudito... y el sombrero gris lo tiene
Nadie sabe lo que pasa por mi mente... pienso mil palabras, digo cien, escribo diez y por cada una de las diez quiero gritar otras mil... más o menos.
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