
Son las cuatro y media, me volví a dormir. No hay tiempo, apuro la frialdad de taza de té y salgo de la cama. ¿Qué me pongo? ¿Voy en bondi? No hay tiempo, si espero el colectivo no llego más.
Es la bici nomás… es el uniforme del trabajo… la riñonera con el celu y el bolso con el talco. La bici está más pesada de lo habitual… y para que no me hagan dramas en el laburo le mando un mensaje a Huguito “Hola! Estoy en el bondi. Me fichas?” . Calle de tierra, Bob Marley me dice que “Don't worry about a thing, 'Cause every little thing gonna be all right!” no sé por qué pero hoy no le creo mucho. ¿Será por esa cosa que veo más adelante en el medio de la calle? Son dos personas, aparentemente, ajustando la cadena de una bicicleta… por las dudas acelero. Al pasar a su lado uno de ellos corre, me empuja, me tira de la bici y demanda la entrega de mi teléfono celular al grito de “dame el celular, dame el celular o te quemo”. No sé cuánto tarda una persona en parpadear, pero antes que eso ya estoy de pie mirando la mano del pendejo de no más de 16 que… “¡Eso no es un revolver puto! No me vas a sacar nada”. No hay empujones, solo insultos. “Dame el celular” “Veni sacamelo vos puto!” El tipo se da vuelta y le dice a su soci@
“Dame la navaja” mientras yo lo sigo y tomando su bicicleta en mis manos la alzo por sobre mi cabeza y se las arrojo con la fuerza de la adrenalina al mejor estilo action-man. Lamentablemente no les pego, el asaltantito tiene sus reflejos y consigue su navaja. Vuelvo a mi bicicleta y tomándola por el manubrio, la giro velozmente para pegarle con la rueda trasera… no lo consigo; pero con mi bici sobre la rueda trasera y sosteniéndola por el manubrio me defiendo de sus torpes intentos de tajearme… parecemos estar en una bizarra batalla entre el zorro y jackie chan. Mientras él me insulta por haberle tirado la bici; mientras yo le digo: “¿¡No te das cuenta de que perdiste!? ¡Tomátelas gil! ya te vi, ya te fiché... ¡No me vas a sacar nada puto! ¡Tomátelas!” Se aleja hacia su bicicleta y mientras ambos ponemos las cadenas nos insultamos. Los dejo alejarse, pero van en la dirección que yo debo tomar… así que mientras voy acercándome a ellos otra vez el asaltantito se baja de la vereda y se me viene. Me bajo de mi bici y le digo (ya con los gónadas infladas): " Flaco, ¿De verdad te querés agarrar a trompadas conmigo? Vení”. Me responde: “rescatate pa lla gato” (que me vaya). Mi nuevo desafío: “No loco, yo voy para allá, así que correte”. Se suben a la vereda y yo paso por el extremo opuesto de la calle. “Chau, que tengas lindo día” le digo mientras me alejo y lo saludo con la mano en alto.