martes, 22 de diciembre de 2009

tachame la doble


Tiene nombre y apellido, y un cuerpo que me sigue de memoria los pasos donde piso. No me mira, no me sabe; desconozco el mundo que se filtra detrás de sus sentidos. Soy un hombre, los latidos que despierta me lo dicen... y mi razón, cansada de este corso a contramano, se resigna:
NO HEMOS APRENDIDO A OLVIDAR

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