sábado, 28 de febrero de 2009

Sábado


Ayer cenamos pizza... con toooda la parentela, de postre hubo gelatina, de tres sabores una de las tres estaba fea, pero no sabemos cuál era porque la sirvieron todas juntas. No tenían mal sabor… una era de cereza, otra de uva y la última de naranja. Estaban preparadas cortadas en cubitos, y venían en una ensalada de tres colores. Dos de las gelatinas tenían una textura suave, pero la tercera parecía de plástico.
Hoy me desperté y fui hasta la estación, tenía que retirar mis zapatillas que estaban en reparación. Pasé cerca de unos muchachones que fumaban algo con olor a pastito, eran tres (creo saber qué es lo que hacen los reyes el resto del año). Subí al andén y me traje la imagen del cartel de la estación que da nombre a la localidad. ¿O será la localidad la que da nombre a la estación? Nadie sabe.
Es sábado al medio día y hay poca gente en la calle, todo transcurre muy lento. Las carnicerías todavía tienen carne para el asado y quedan facturas lindas en las panaderías. Todavía no ha llegado la horda de “turistas” que cada fin de semana se apodera de las calles y veredas, ya van a llegar. Van a comenzar a sonar las bocinas y las rubias melenas pugnarán por pasar primero por cuanto espacio circulable haya. Los carniceros dirán “no me quedó vacío” y después lo venderán a los habitantes del “tortugas country club”. Pero todavía no es momento, eso será más tarde; todavía se puede caminar lento sin chocar con nadie, escuchando fragmentos de conversaciones que no dicen nada, que pintan el aire como un cuadro de impresiones dislocadas.
- Sí, yo les compro fruta.
- No, yo no porque estos guachos se cuelgan de la heladera y no me comen la comida.

- No le dije nada. ¿Para qué si le entra por un oído y le sale por el otro?
- Al principio sí, pero después… no sé
- Y fijate, si no te hace bien… dejalo.

Cada una de esas frases es hija de una biografía distinta. Me quedo pensando cuál será el contexto de ese texto, cual será esa vida, cómo será el resto del diálogo. Y eso es lo lindo de parar la oreja en Tortuguitas.

1 comentario:

Nan dijo...

cual será la frase de la que se podrá colgar mi biografía... que lindo eso pensado así me gusta esa mirada tuya cuando encuentra lo bello cuando huye de eso que lo mancha todo como una lluvia de barro