Sigo preguntándome cómo hacer para que deje de importarme.
Sigo preguntándome cómo hacer... demasiadas cosas.
Computadora portátil para trabajar en un libro:Se arregla con $
Programa office trucho para escribir
Se arregla con $
Resma de papel
Se arregla con $
Servicios de editora
Se arregla con $
Servicio de impresión
Se arregla con $
Servicio de encuadernación
Se arregla con $
Servicio de distribución
Se arregla con $
Presentación del libro:
Sanguches de miga
Se arregla con $
Vino
Se arregla con $
Gaseosa
Se arregla con $
Que la musa que inspiró el 90% de tus textos te diga que no tiene planeado leerlo…
No se arregla con nada.
Alguien sangra,
y me mira desde el fondo de mis ojos.
Un sujeto tácito
escurriendo de mi tinta,
habitante de mi mente;
es su voluntad hacerse piedra
y volar alejándose de todo,
ser un puño que golpea el horizonte
y grita
¡No es así!
¡NO ES ASÍ!
¡NO
ES
ASÍ!
Llueve.
Tengo las zapatillas mojadas.
Y por si fuera poco hay un fantasma que viene a comerse mis dibujos.
He intentado defenderme dibujando cosas feas, y hasta tirándole con lápices.
Una vez me mordió un dedo y mi tinta se hizo roja una semana entera. No ha quedado cicatriz, pero me duele un poco al pintar nubes de tormenta.
Hay sangre en mis ojos
Y te miro, con los ojos cerrados como puños.
respiro, incandescente,
la memoria de tu tacto.
No hay silencio que no hable,
no hay palabras que te traigan…
Y te dejo ir,
diluyéndote en tu ausencia
de mujer con labios de arcoíris.
