Voy dentro del sol, mis ojos son de tinta. Miro, veo y describo; lo que pasa por mi mente se plasma en mis acciones.
Todo, todo pasa. Salvo el tiempo sin vos. ¿Donde puedo dejar esta tristeza?
Las manos no me alcanzan. Hay esquirlas de ilusión salpicadas en todo mi pecho.
Aún no encontré mi ventrículo derecho.
Decile a alguien que estoy aquí, dice Galeano en el libro de los abrazos. Hoy lo compré y diez segundos después una chica con carteles me abrazó en la vereda de plaza Italia. No sé por qué lo hizo; cuando le mostré mi libro sin estrenar me sonrió como un arcoíris, me sentí bien y me fui.
A veces no sé sí soy Dorian o simplemente su retrato.
Todo, todo pasa. Salvo el tiempo sin vos. ¿Donde puedo dejar esta tristeza?
Las manos no me alcanzan. Hay esquirlas de ilusión salpicadas en todo mi pecho.
Aún no encontré mi ventrículo derecho.
Decile a alguien que estoy aquí, dice Galeano en el libro de los abrazos. Hoy lo compré y diez segundos después una chica con carteles me abrazó en la vereda de plaza Italia. No sé por qué lo hizo; cuando le mostré mi libro sin estrenar me sonrió como un arcoíris, me sentí bien y me fui.
A veces no sé sí soy Dorian o simplemente su retrato.
1 comentario:
encontré acá un montón de cosas mías...decile a, a... alguien que estoy aquí me hiela la sangre me hace llorar. dorian me dicen algunos amigos y dicen que soy sin dudas, pero el ventrículo derecho lo tengo como loco y se muy bien donde y la tristeza me parece que se va sola cuando se canse de vos.
abrazo
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